Capitulo 3
Ansar el políglota
Mientras, en Génova, el actual monarca Ánsar I “el políglota “, hablaba ante sus barones. En su mano derecha lucia un muñequito hecho con un calcetín al que llamaba cariñosamente Marianin, y que decía que era su hijo. Tanto era así que incluso había prometido que tras ocho años de reinado el reino seria para el, su niño.
-Como todos sabéis mi intención de trasvasar el Ebro esta teniendo una fuerte oposición en Aragón – Mire usted – dijo con voz aflautada – Calla marianin -se contesto a si mismo con voz un poco menos aflautada- Esta oposición nace del famoso pacto del agua que proclamo mi padre
-Pero el agua es nuestra, tesoro – volvió a decir con voz aflautada
-Si Marianin, el agua es nuestra y haremos con ella lo que queramos- los barones del pp ya estaban acostumbrados a estas charlas con su “hijo “que tenia Ansar, así que guardaban silencio ante las palabras de su rey. Aparte recordaban la famosa frase del rey: El que se mueva no sale en la foto- Pero hemos de conseguir que los aragoneses no lo sepan y para ello hemos de trazar un plan
-¡Si tesoro un plan!
-Si, eso es. Engañaremos a esos gárrulos, les recordaremos el pacto del agua, y les haremos creer que lo vamos a cumplir. Además restableceré la prima por matrimonio haciendo que cada aragonés tenga que darle su botijo al noble local en la noche de bodas
-¡oh si tesoro! ¡Les echaremos demagogia barata y populismo en el botijo! Y cuando al día siguiente beban del botijo les habremos comido el seso y todos serán peperos de pro ¡Y el agua será mía!!!!
-Nuestra, Marianin, nuestra
-Si nuestra, tesoro, eso quería decir
Todos los barones del pp prorrumpieron en aplausos y vítores. Todos menos uno: el conde Pajote. Este no ocultaba en su rostro que le parecía que estaban a las órdenes de un loco. Esta manera de pensar ya le había costado grandes broncas con su esposa Esperanza. Ella si era firme seguidora de Ansar, o por lo menos quería ganarse su favor para intentar ocupar el trono algún día (pero eso es otro cuento así que volvamos a este)
-¡Llamad a los voceros del rey!
-Si eso los voceros del rey, mi amor
Al momento se presentaron en el salón del trono dos siniestros personajes. Uno de ellos era calvo, como solo un monje lo puede ser, o la crueldad de la genética se puede cebar en el. Tenía una nariz enorme y vestía ropajes de mil colores llenos de flores y todo tipo de de cosas que puedan resultar desagradables a la vista por su colorido o por su forma. El otro era pequeñote, tenia pinta de no haber sido feliz en su vida, y vestía completamente de oscuro.
-Señores J deben llevar este mensaje lo antes posible a Aragón
-Como mande su majestad, contestaron los dos al unísono- tomaron un rollo de pergamino con el sello real (una gaviota comiendo chapapote en la playa) y salieron presurosos para Aragón.
-Señores, vamos a conseguir el tipo de gente que queremos en Aragón; sin botijo y sin sesos- todos soltaron una carcajada de satisfacción
Mientras, en nuestro pueblecito, Chesus y Labordeta charlaban animadamente. La conversación había girado hasta el momento en quien era capaz de engullir mas ternasco, quien era capaz de beber mas vino, en lo muchísimo que se querían. ¡Sin mariconadas, eso sí! Tras un montón de jotas, unos chistes, y ocho botellas de vino cariñena peleón, pasaron a hablar de cosas serias.
-Te tengo que comentar una cosilla Labordeta, he creado un grupo de patriotas para luchar por nuestra tierra, se trata de la JAr (junta aragonesista) ¿podría contar contigo entre nuestras filas? Tu padre era un cabeza prieta, le quedaba el cachirulo justo y era un patriota. Supongo que serás hijo de el y no del tabernero.
-Por supuesto que si, pero yo ya he andado mucho y he venido para labrar la tierra en paz y casarme con la Jacinta
-¡La Jacinta! ¡No jodas! Madre mía, siempre supe que había algo entre vosotros
Y con esto la conversación sobre política naufrago en un mar de vino peleón
1 OPINIONES AQUÍ:
Bien, bien... algo se está gestando.
Capítulo de transición, como todas las grandes obras, que sin duda dará paso a acontecimientos trascendentales, como la calma que precede a la tormenta.
Aupa ese Koko!
Publicar un comentario