La cena 1ª parte. El atuendo

Relataré los hechos desde las 19:00, hora en la que me despierto de la siesta. Había quedado con mi novia del viernes a las 20:30, y no tenia ropa que ponerme. El día de antes me prove la ropa de "ocasiones" y no entraba ni de coña. Se conoce que en el armario la ropa encoge. Me aventuro pues a la intrepida aventura del joven soltero que siempre viste con "chandal de yonki", "pantalon de excursionista", pantalon pirata y camisetas, y necesita comprar algo mas decente. No era facil la misión ni sobraba tiempo para andarse con miramientos. Me iba a dirigir hacia almacenes Barcelona cuando me doy cuenta que no tengo mi cartera. Dentro solo me quedaba un euro pero me jode por que la cartera es de esas de cuero con duendecillo. Búscola como alma que lleva el diablo mas no la encuentro. Cejo en mi empeño y corro hacia la tienda de "yins", que es como los chicos de hoy llaman a los baqueros y respiro tranquilo al comprobar que en la tienda esta la dependienta sola. - ¡¡Baquero negro de verano!!- Resumo. - Talla - Pregunta ella con premura. Pensativo me quedo embebido en mis cosas y, viendo que con mentir no hago nada, avergonzado reconozco... -54- Ella busca con afan en el monton de "Cañizos" negros de verano y dice, -Aqui no -. Mira arriba, en el estante que yo denominaria "de los gordos", y baja 5 o 6 pantacas. -Azul marino, desteñidos o de pana. Los de pana los tengo por tener- sentencia la profesional de la moda joven. -Azul marino que es para una cena- digo. - Te vestiran mas - Dice ella. Próvomelos cual gacela huyendo del leon rampante; Acojonado. -Me valen-. Cojonudo. -Ahora quiero una camisa-. -Mira a ver lo que te gusta-. -Esta me mola- afirmo contento. -Pero esa es estrecha. Es que ahora la mayoria las hacen estrechas- dice la dependienta. -¡¡Estos chicos de hoy!! ¡Que puta manía de ir pretos!- Afirmo con furia. Me resigno a las camisas normales y elijo dos o tres. Bueno, las elige ella. Me las pruebo y tras casi romperlas digo...-Ups, no me valen-. -Es que esas también van un poco ajustadas-. ¡Caguenlaputa con los muchachos de hoy! Me acerca una especie de camiseta maja que si que me vale y me gusta. Cómprola y corro, tras pagar 40 euros ,mas o menos, de las dos cosas, hacia mi casa. LLego y les digo a mi madre y hermana. -¡Con premura, maldita sea!. ¡Cogezme el doble de los pantacas!-. Son las 20:20. Ellas obedecen tras una serie de improperios hacia mi persona que ignoro preparándome, en calzones, para la salida. Llego a mi cita a las 20:45. No esta mal del todo. Tras una pinta de Guinnes vamos hacia el restaurante y asisto impávido al expectáculo dantesco que se exhibía en la puerta del Hotel oriente. Menos cuatro zoquetes como yo, la mayoría van con baqueros viejos, zapatillas, camisetas... Pienso entonces en las mil y una aventuras acaecidas en la precena y maldigo mi suerte. Eso si, la ropa la pagó Madre y espero que no encoja en mi armario y me valga para otra eventualidad.
En el siguiente capitulo... El desenlace