Labordeta Wallace. Capitulo dos

LABORDETA WALLACE(Por koko)

Capitulo: 2

La vuelta al pueblo

Tras pasar una montonera de años de aquí para allá, nuestro héroe se convierte en un mozo de provecho curtido en mil cuestas (hacia abajo faltaría mas) con la guitarra a la espalda, la jada en una mano y el botijo, adulterado con anisete, en la otra. Regresa de nuevo a su hogar con la sana intención de labrar las tierras de su padre y casarse con la Jacinta.

El día de su llegada al pueblo se celebraba una fiesta por las bodas de Diego e Isabel, como en toda celebración del pueblo de Wallace se había declarado esa fecha como día completo del rojo aragonés:

Mañana: levantarse. Orujo y vaso de agua. Dar vuelta por el campo.

Media mañana: Almorzar. Ensalada de cebolla con olivas negras, huevos con tocino, botella de vino, a poder ser del que se puede untar luego en el pan, carajillo de anís patxaran y faria. De vinos en el bar hasta la comida. Jotas varias

Comida: Migas, ternasco y torreznos, mucho mas vino. Copa de anisete y farias, partida al guiñote hasta la hora de la merienda.

Merienda: Pan tostado con ajo y chullas, mas vino. Jugos populares

Cena: Sopas de ajo, borrajas y huevos al salmorejo y claro más vino. Carajillo de coñac, sol y sombra, faria y más jotas

Fin de fiesta: Baile en la era y polvo en el pajar. Ah! Y por supuesto más vino.

El día trascurría con normalidad, pero todo el mundo se preguntaba quien seria ese apuesto mozo que acababa de llegar al pueblo, tenia algo familiar pero no sabían que es lo que era, mientras tanto entre vino y vino Labordeta solo tenía ojicos para la Jacinta.

Al igual que Labordeta ella también había crecido y se había convertido en toda una mujer. Rondaría los 70 Kg. de carnes prietas y unos fuertes colores en sus mejillas. Danzaba con unas amigas y Wallace se abrió paso entre la multitud hacia ella.

- ¿Me concedes este baile?

- ¿Pero quién eres? –dijo mientras los colores de sus mejillas se hacían más intensos aun si cabe-

- Solo te enseñaré algo que he guardado durante todos estos años cerca de mi corazón y que me ha hecho una rozadura del copón. Con cada escozor te recordaba- sacó de su camisa una mata de borrajas apergaminadas

- ¡ohhhh!!!!! Eres tú!!!! Labordeta Wallace!!!!

- Ese soy………….

En ese momento alguien le toco la espalda mientras decía – prueba de hombría

Se volvió y reconoció el rostro de su viejo amigo con el que tantas veces se había abierto la cabeza a pedradas, era Chesas.

- Está bien pero ¿en qué consiste eso ¡

- Yo cojo un zaborro y te intento aplastar y tu no te tienes que mover

- Preferiría un duelo a jada pero en fin

- Los castellanos no nos dejan practicar con la jada así que solo tenemos esto

- Esta bien acepto

En ese momento toda la atención del pueblo se centro en los dos jóvenes

- Te vas a mover

- No lo haré

Tras coger un zaborro de dimensiones considerables Chesús comenzó a coger carrerilla, entre risotadas todo el pueblo y ánimos para que lo aplastara ¡aplastalo Chesús!! ¡Aplástalo! Con todas sus fuerzas lanzo la enorme piedra y paso rozando a Wallace -¡OHHHH! Exclamo todo el pueblo a coro, mientras Labordeta se agacho tomo un chusquillo y se lo lanzo a la cabeza dándole de lleno en toda la frente, Chesús quedo mareado y callo sentado al suelo, los vinos de todo el día mas el golpe eran demasiado.

¡OOOEEEEOEEOOOOWEEEEEEEE! ¡Redios que pedrada! Dijo todo el pueblo entre sonrisas

- Debí recordar nuestros juegos de niños- exclamo Chesús

- ¿Estas bien? – dijo Labordeta y se fundieron en un abrazo